Es sabido que el yoga es uno de los ejercicios más utilizados para combatir el estrés, mejorar el estado físico e incluso para tratar algunas afecciones crónicas de forma complementaria. Hoy en día los episodios de estrés y ansiedad se agudizan cada vez más, ya sea porque estamos bajo excesiva presión laboral o propia doméstica, o familiar.

Si queremos evitar el colapso emocional o al menos afrontarlo y gestionarlo de mejor manera, una de las mejores formas que hemos encontrado para mantener la calma es la práctica del yoga.

El yoga es una práctica para la mente y el cuerpo que combina posturas físicas, respiración controlada y meditación o relajación, y gracias a sus beneficios obtenemos un mejor equilibrio y flexibilidad, nos sentimos más tranquilas con los ejercicios de respiración, que además ayudan a oxigenar órganos, músculos, y mejoramos nuestra concentración y nuestro estado de ánimo.

Son muchos los psicólogos que recomiendan estas prácticas para trabajar la atención plena, para aliviar tensiones físicas y armonizar la mente.

Asimismo, estudios como el llevado a cabo en la Universidad de California (https://www.sciencedaily.com/releases/2012/07/120724144538.htm), demostraron  que basta con practicar yoga 12 minutos al día durante 8 semanas seguidas para percibir ya ciertas mejoras.

A continuación, les mostramos algunas “asanas” o posturas que podemos practicar con facilidad en casa:

1. Balasana o postura del niño

En esta postura te debes colocar de rodillas encima de una alfombra o colchoneta y sentarte sobre los talones. Las rodillas deben estar separadas aproximadamente el ancho de las caderas. Con la exhalación, debes inclinar la espalda hasta llegar al suelo con la frente, que queda apoyada sobre la superficie. El coxis debe estar alargado y todo nuestro cuerpo relajado, ya que se trata de una postura de relajación. Los brazos, se colocan a ambos lados del cuerpo y hacia atrás, de modo que las menos quedan aproximadamente a la misma altura que los pies. 

Esto nos ayuda a relajar la columna que está todo el día tensa. Esta postura va soltando cada vértebra y terminación nerviosa y muscular alrededor de ella, desde el cuello hasta la zona del coxis o lumbar, lo que ayuda a liberar el estrés.

2. Viparita karani

En sánscrito Viparita significa “invertida” o “al revés”, y Karani que significa “acción” o “gesto”. Aquí se debe poner las piernas en 90° y acostarse sobre una base plana, apoyar las piernas sobre la pared o el respaldo de la cama y dejar que la sangre baje desde la planta de los pies hacia las caderas. Eso ayuda en general a que baje también la intensidad y los niveles de energía del día y liberar la acumulación de líquido que provoca pesadez en las piernas.

3. Paschimottanasana o postura de la pinza

Para realizar esta postura, siéntate con las piernas estiradas. Inspirando levanta los brazos hacia el techo tocando las orejas. Inhala y manteniendo el torso estirado inclínate hacia delante soltando el aire. Luego, lleva la nariz hacia las rodillas. Si no puedes llegar a tocar los dedos del pie sostén los tobillos, las pantorrillas o las rodillas. Relaja tus codos y hombros. Procura mantener las piernas estiradas y los pies juntos, y de que tus piernas y pies no se van hacia fuera. Relaja los hombros y la zona alta de la espalda. Toma respiraciones profundas mientras profundizas el estiramiento.

4. Savasana

Esta postura consiste en acostarse sobre el mat o sobre la cama con la mirada hacia el techo y con los brazos hacia los costados. Esta postura relaja el cuerpo, calma la mente y alivia el estrés y se utiliza para tratar la ansiedad, la presión alta, la depresión y los dolores de cabeza.

 5. Kapalabhati Pranayama

Esta es una de las posturas más conocidas y basta con sentarse con las rodillas flexionadas y los brazos sobre las rodillas, manteniendo la espalda recta y los hombros relajados. Se realizan una serie de inspiraciones profundas y regulares con los ojos cerrados. Ayuda principalmente a la relajación del cuerpo y, de esta manera, disminuir el estrés y la ansiedad.

Practicar estas posturas en tu día a día sólo te tomará algunos minutos, pero verás que algunos beneficios serán inmediatos. Sé constante, aprende a gestionar tus emociones y no olvides la importancia de buscar ayuda psicológica experta para lidiar con estos estados de estrés que, en ocasiones, pueden llegar a ser crónicos.